ardimos juntas

Nos quemaron por miedo a nuestros ojos,
a la Verdad punzante que trepaba
por muslos, senos, vientres y caderas.
Ardimos juntas,
de todo padre huérfanas,
aullando de libertad a plena luna.
Y ni en el último instante,
cuando un dolor atroz
nos quemaba las sienes,
dudamos del poder de nuestras bocas.
Fuimos brujas.
Engendramos los verbos insurgentes
y bailamos sin música ni oídos.
Removimos menjunjes que podían
devolvernos la voz, los pies, las alas.
Y ellos,
postrados ante sus cruces milenarias,
temblaron.
Vestidos con sus túnicas de jueces,
temblaron.
Subidos a sus púlpitos de mármol,
temblaron.
Sobre nuestros cuerpos desnudos,
al forzarnos,
temblaron.
El miedo, que rompe todo cuanto encuentra,
atravesó sus huesos
duros como rocas
y no cedió hasta que fuimos ceniza,
polvo, ascua.
Fuimos brujas. Amantes. Compañeras.
Y ardimos juntas, mientras ellos temblaban.


 Texto; Olalla Castro Hernández 
http://sistercastro.blogspot.com.es/