La fuerza de lo fragil



Urbanitas desfibrados leen libros en el metro, 
que apenas pueden sujetar.
Se aterrorizan del bosque desde sus ratoneras
en edificios de bloque.
Esta mañana dejan el concreto a sus espaldas.

Penetran en el devorador y ocultante bosque.
Las sombras se difuminan.
Es de noche.
En sus pies sienten cómo las raices vienen desde el infierno,
pasan por sus cuerpos
y se dirigen hacia un universo oculto
por las espesas ramas.
Para ellos la luz es la razón, 
el bosque lo indómito.
Se arrastran como serpientes
esquivando las raíces que los apresan.

Las ramas se retiran, vuelve el día.
Escogen el único árbol desfibrado, rechazado por los otros árboles
que se cobijan entre sí.
Ese árbol:
Solitario e individualista como ellos.

La escalan, 
suben a la copa y cuelgan ofrendas en sus ramas.
Luego copulan,
hasta transformarse en una sola fuerza vital.
Ahora los urbanitas viajan
desde las raíces a la copa, 
del infierno al universo.
El bosque muere, los desfibrados siguen de pie.


texto
NATURE/NURTURE 
zine
 ( Ratalia Matzner)

fotos
Jess